Contar una historia a través de fotografías, escoger las que imágenes que expresen lo que como fotógrafos de boda vimos ese día. Una composición que incluye amor, familia, amigos, momentos, alegrías, compromiso, belleza, emoción, y muchísimas cosas más. Se dice muy fácil pero el compromiso es enorme.
La responsabilidad de saber que Jara y César recordaran el día de su boda como lo percibimos nosotros, como lo captamos a través de nuestras cámaras, es algo que solo los que trabajamos en la fotografía de bodas conocemos.
Llegar temprano, prepararse, estar atentos, muy de cerca, como decimos nosotros #MirandoConActitud
Así empezamos el día de Jara y César, en la hermosa ciudad de Lugo, en la Catedral de Santa María que fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2015. En las fotografías de la ceremonia que compartiremos con ustedes en este post, podrán apreciar lo majestuosa de esta iglesia que fue testigo de esta unión.
Aprovechamos los alrededores de la catedral, sus pequeñas calles, bares y su gente, todos expresándoles sus mejores deseos a la nueva pareja.
De allí nos fuimos a la Finca a Fortaleza y allí continuamos la historia.
Los chicos bailaron, comieron y disfrutaron al máximo todo lo que habían preparado para celebrar con sus seres queridos el inicio de esta nueva etapa en sus vidas.
Y para completar este hermoso trabajo, nos fuimos de postboda varios días después.
Estuvimos en Rinlo una pequeña parroquia marinera dentro del municipio de Ribadeo, en la provincia de Lugo. Allí nos encontramos con ese hermoso caballo con el que iniciamos el post, para nadie es un secreto que nos encantan los caballos!!! Y Mientras Jara y César hacían amistad con ese invitado tan especial, esperamos ese espléndido atardecer con el que despedimos el reportaje.
Esperamos lo disfruten tanto como lo hicimos nosotros,
Una vez más gracias a Jara y César por permitirnos ser parte de su historia.
Fotografías: Carlos y Sofía