La intención del retrato es reproducir con la mayor exactitud posible el aspecto físico y la personalidad del individuo retratado.
Los retratos artísticos siempre han formado parte de nuestra agenda fotográfica y de nuestra vida cotidiana.
Ya sea, con luz natural, artificial o mixta. Siempre han estado allí en nuestro ADN como fotógrafos.
Se han convertido en una asignatura siempre pendiente.
Un genero fotográfico que disfrutamos y valoramos por su generosidad a la hora de permitirnos dirigir, crear y sorprender.
Nos apasiona esa capacidad de mirar dentro de una persona, capturar un pedacito de su alma, de su esencia y plasmarlo en una fotografía.
Lograr esos retratos que expresan y transmiten.
Fotografías que hablan y cautivan a quien las contempla.
Antes de hacer un retrato aseguramos tres elementos. Luz, composición y momento.
Visualizamos en la mente la fotografía con la iluminación que queremos y como la queremos, y a través de la cámara, mostramos la luz como la ven nuestros ojos.
Nos enfocamos en incorporar elementos diferenciadores como el color, las líneas, los contrastes, el movimiento y por su puesto la actitud.
Los equipos son instrumento y pincel.
Nosotros decidimos y controlamos.
Aquí no hay fórmula, ni manual, ni reglas
Solo tú y la luz.